Los días son cortos y la paciencia de algunos animales es más corta todavía
18 ¿Alguien puede darme una mano?
Cuando estos muchachos decidieron trabajar en el jardín, lo último que esperaban encontrar era un perro empapado de barro. Debió haberlos seguido sin que ellos lo supieran, y en su emoción, cayó en uno de los agujeros que habían estado cavando para plantar.
Menos mal que estos humanos estaban allí para salvar el día. Claro, a los perros les encanta revolcarse en el barro y a otros les encanta nadar en el océano. Pero este perro simplemente no lo estaba disfrutando ese día. Parece que el barro ahora es su peor enemigo.
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