Repartiendo: Historias de venganza que se sirven frías
Con los pies en la tierra
En nuestra época, las cosas eran más sencillas. Si no hacíamos lo que nos decían, nuestras madres simplemente desenchufaban el cable y Mario perdía la vida indefinidamente. No hay setas que saltar ni túneles por los que cavar; el gran jefe final lo ha reclamado.
Y todo por el bien de la limpieza. Así que nos apresuramos a apartar la ropa sucia, a pasar la aspiradora por la habitación y a barrer todo el polvo bajo la alfombra. Parece que cuando los spinners estaban de moda, esta madre se cansó de las excusas. Nada de desconectar el cable, ¡sólo pesas!
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